Un futbolista de alto rendimiento debe mantener en cualquier instante un comportamiento profesional dentro y fuera de la cancha. Hoy en día existen muchas distracciones que provocan que los jugadores no estén enfocados al 100% en su profesión. Uno de esos distractores son los videojuegos la nueva amenaza de los futbolistas.
Sin importar el momento y en las consecuencias que puede generar pasar tanto tiempo pegado a un televisor, elementos como Mesut Özil, Ousmane Dembélé y Neymar pasan varias horas al día en la consola.
Fortnite, FIFA y Call of Duty son los juegos que más practican los futbolistas hoy en día.
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Existen varios casos de elementos que militan en las grandes ligas de Europa que ocupan su tiempo en la consola y eso generaría que su rendimiento en los partidos o en los entrenamientos sea malo.
Mesut Özil, mediocampista del Arsenal, ha sido criticado debido al bajo rendimiento que ha mostrado en los últimos meses. El futbolista ha argumentado que tiene una lesión en la espalda, sin embargo se ha revelado que el volante alemán pasa en promedio 5 horas diarias jugando Fortnite.
El elemento de los gunners ha jugado 12 partidos de 21 posibles en la temporada, los 9 juegos restantes ha quedado fuera por una lesión en la espalda que estaría relacionada con el tiempo que pasa sentado jugando Fortnite.
El futbolista del Barcelona, Ousmane Dembélé, es un joven con mucho talento y con un futuro prometedor, pero ha recibido muchas críticas por la cantidad de tiempo que pasa en los videojuegos.
El francés se ha desvelado varias veces por jugar hasta altas horas de la noche y esto ha provocado que Dembélé llegara tarde a los entrenamientos con el Barça. El técnico del club ha castigado en varias ocasiones al jugador dejándolo fuera de las convocatorias por su falta de profesionalismo dentro del campo.
Neymar constantemente juega Call of Duty (COD) con sus amigos y el mismo día de la entrega del Balón de Oro el jugador del PSG transmitió en vivo una partida de COD, demostrando su poco respeto por la gala.
Los videojuegos se han convertido en una amenaza muy fuerte para los futbolistas de la élite, que han encontrado en los juegos de consola una distracción que ha generado un bajo estado de forma y un problema que a largo plazo puede afectar la salud mental y física de estos jugadores.
