Este lunes, tres de las cuatro semifinalistas del pasado US Open, Venus, Stephens y Vandeweghe se despiden de Australia.
Nueve eliminados de diez que entraron en competición, Estados Unidos vivió un lunes negro en amabas ramas, tanto masculino como femenino.
La mayor sorpresa de este día, fue la despedida de Venus, que cayó ante la suiza Belinda Bencic en dos sets, 6-3 y 7-5
Venus Williams, de 37 años, perdió en apenas dos horas ante la jugadora de 20 años. El año pasado había alcanzado la final del torneo australiano ganado por su hermana Serena, que este año no participa tras haber dado a luz a una niña.
Es la primera vez en 20 años que la familia Williams no está en la segunda ronda en Australia. «No creo haber hecho un mal partido. Simplemente ella jugó por encima», afirmó Williams.
La número cinco mundial no tuvo suerte al enfrentarse a Bencic en la primera ronda. La suiza es apenas la septuagésima octava jugadora mundial en el WTA, pero es una de las grandes promesas del circuito, que entró en el top 10 a los 18 años, antes de encadenar malos resultados en 2017.
La tenista de 20 años, aseguró que haber jugado con Roger Federer en el torneo de Hopman, experiencia que la ayudó mucho ya que la leyenda suiza le dio consejos y trucos.
«Creo que toda la semana fue genial aprender de él en la pista y fuera de la pista», afirmó, agregando que había hablado con Federer rápidamente tras el partido: «está muy contento por mí».
Sloane Stephens por su parte, cayó ante la china Zhang Shuai, número 34 del mundo, en tres sets, 2-6, 7-6 y 6-2. La tenista de 24 años había sorprendido a todos al ganar su primer Grand Slam en septiembre en Nueva York.
Esta jornada negra para las tenistas estadounidenses siguió con la derrota de Vandeweghe, semifinalista del último Abierto de Australia y número 9 mundial, ante la húngara Timea Babos en dos sets, 7-6 y 6-2.