El Tottenham no estrenará estadio este año debido a que la obra de su nueva casa está retrasada, por lo que tendrá que seguir jugando en Wembley por el resto del 2018.
Sus últimos partidos como local serán frente al Chelsea, Southampton, Burnley, Bournemouth y Wolverhampton en la Premier League, además de sus dos compromisos correspondientes a la fase de grupos de la UEFA Champions League ante el PSV Eindhoven de Holanda y el Inter de Milan.
El anuncio lo hizo Daniel Levy, presidente del club inglés: «Teniendo en cuenta los datos técnicos y logísticos, hemos tenido que tomar la decisión de jugar todos los partidos en casa en el estadio de Wembley, incluido contra los Wolverhampton Wanderers el 29 de diciembre», además de que se disculpó con la afición: “de nuevo mis disculpas por esto, sabemos que decepciona a nuestra afición”.
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A través de un comunicado, el equipo informó los motivos del atraso: “factores fuera de nuestro control, como contratistas que no cumplen los plazos acordados y otros imprevistos”.
Ya se había anticipado que en septiembre estaría listo el Tottenham Hotspur Stadium, sin embargo, no fue así y ahora habrá que esperar hasta el 2019.
Actualmente, los Spurs marchan quintos en la tabla general de la Premier League con 21 puntos, mientras que en la Champions League son terceros del grupo B con una unidad.
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