En Kaliningrado se vivió el partido con mayor tensión política del Mundial entre Serbia y Suiza, estos últimos cuentan con muchos jugadores helvéticos de origen albanokosovar. La tensión se deriva de la Guerra de los Balcanes, en la cual Serbia no reconoce la independencia de Kosovo. Los autores de los goles de partido, Shaqiri y Xhaka celebraron con el águila albanesa, festejo que sirvió de venganza y que ha retumbado en todo el mundo.
Serbia no reconoce como un Estado independiente a Kosovo, que tiene el 90 por ciento de su población como albanesa, y quiere, por el contrario, recuperar ese territorio que declaró su independencia en 2008, una década después de alzarse en armas. Muchos albanokosovar huyeron a países como Suiza.
El golazo de Xhaka para empatar el #SRB VS. #SUI
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Las familias de Granit Xhaka y Shaqiri son dos de miles que tuvieron que huir durante Guerra e instalarse Suiza. Ambos jugadores, como muchos otros del equpio suizo, no ocultan su sentimiento por Albania y Kosovo (Gran Albania).
El padre de Xhaka fue preso político durante varios años por sus revueltas políticas en contra del gobierno yugoslavo. Por su parte, Xherdan Shaqiri nació en Gnjilane, Kosovo, pero tuvo que huir a otro país como refugiado.
Gran gol de Shaqiri para la primera remontada de #Russia2018 #SRB 1-2 #SUI
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Otros de los jugadores con nacionalidad albanokosovar que juegan con Suiza son Valon Behrami y Blerim Dzemailli. Behrami tiene un tatuaje en su pierna derecha que simboliza lo que vivió durante su infancia. El tatuaje muestra un niño con una pelota y aviones bombardeando edificios.
Durante las clasificatorias para la Euro 2016, Serbia se enfrentó a Albania y durante el partido hubo un dron que sobrevoló el estadio con una bandera de la Gran Albania. El serbio Stefan Mitrovic lo detuvo, pero la acción provocó un tumulto entre jugadores e inclusive aficionados.
Por si fuera poco, la tensión aumentó ya que Rusia es aliado de Serbia y también no reconocen la independencia de Kosovo. Shaqiri y Xhaka celebraron con el águila albanesa y no le gustó a Putin ni a la FIFA, quienes investigarán si habrá una sanción por el claro mensaje político.