Este miércoles el presidente ruso Vladimir Putin insistió a la policía a hacer lo máximo para la seguridad durante el Mundial 2018, aludiendo a una cuestión «de imagen» para el país, en un contexto de violencia por parte de los hooligans rusos y de amenaza terrorista.
«Quedan menos de seis meses antes del inicio del Mundial de fútbol que tendrá lugar en once ciudades rusas», del 14 de junio al 15 de julio, declaró Putin en el marco de una reunión anual de los responsables del ministerio ruso.
«Debemos hacerlo de modo que su organización esté al más alto nivel y ante todo asegurar la máxima seguridad de los deportistas y de los aficionados», indicó Putin.
Vladimir Putin elogió la «inmensa experiencia positiva» de la policía rusa en ese aspecto, asegurando que «no duda» de que los policías «actúen correctamente y de completa conformidad con la ley» durante el campeonato.
«El modo en que se desarrollará este evento y toda la imagen de nuestro país dependen directamente de vuestro trabajo preciso y competente», estimó el jefe de Estado ruso.
La FIFA declaró la semana pasada tener «plena confianza» en Rusia para asegurar la seguridad en el Mundial, a pesar de los violentos incidentes protagonizados por aficionados rusos del Spartak de Moscú el 22 de febrero en Bilbao.
Rusia, que organizará su primer Mundial, se enfrenta a los temores por los disturbios cometidos por hooligans rusos en Marsella, en junio de 2016, durante la Eurocopa.
Afectada por varios atentados en los últimos meses y objetivo de los yihadistas por su participación en el conflicto de Siria, Rusia se prepara asimismo para poner en práctica un estado casi de excepción para blindarse de la amenaza terrorista.
Un atentado con bomba en el metro de San Petersburgo (noroeste), una de las ciudades sede, provocó 16 muertos en abril de 2017.
Fuente: AFP