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Llegaba el fin de semana donde se jugaría el primer partido fuera de los Estados Unidos. El encuentro eran los Oakland Raiders contra los Seattle Seahawks, donde ambos buscaban una victoria de manera desesperada.

Los Raiders no logran encontrar la senda de la victoria con solo un partido ganado en lo que va de la temporada, así que un duelo en otro aires podría ser la ayuda que necesitaban.

Al iniciar el juego parecía que solo los Seahawks se presentaron a jugar ya que casi en todas sus series ofensivas lograban anotar puntos, ya fuera por la vía del touchdown o goles de campo. Por el otro lado, se veían unos Raiders desmotivados que parecen no encontrar una salida a su pésimo inicio de temporada.

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Russell Wilson lanzó tres pases de anotación para conseguir un total de 222 yardas por la vía aérea. Los corredores no se quedaron atrás con un Chris Carson que corrió para 59 yardas y el novato Rashaad Penny con una ganancia de 43 para los Seahawks.

Las malas noticias seguían para Oakland cuando su QB titular, Derek Carr, salía del encuentro a la mitad del último cuarto por una aparente lesión en el brazo izquierdo. Así que tendrían que conformarse con solo los 3 puntos del orgullo que logró su pateador, Sebastian Janikowski.

El marcador final 27-3 reflejó lo mal que están jugando los Raiders ya sea en casa, de visitante o fuera de su país. Parece ser que el contrato millonario a Jon Gruden no está pintando nada bien para el equipo porque no ve una salida próxima ante este desastroso inicio de temporada.