¿Te imaginas renunciar en tu trabajo que tanto amas, por motivos de salud? El lunes por la noche Roman Reigns renunció a la WWE al anunciar que era por una enfermedad, dejando un hueco importante en una de las empresas más importantes de Estados Unidos.
El gladiador de lucha libre tuvo que dar un paso atrás en su carrera luchística y por ende dejar su Campeonato Universal de la WWE, al renunciar por motivos de salud.
El propio luchador estadounidense acabó con los rumores, de que supuestamente saldría de la empresa por problemas con los dueños o porque adolecía de una lesión, ya que aprovechó él mismo en un WWE RAW para aclarar su situación.
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«I’ve been living with leukemia for 11 years, and unfortunately it’s back…I’m going to have to relinquish the Universal Championship.» – @WWERomanReigns #RAW pic.twitter.com/WnT4qyBUSx
— WWE (@WWE) 23 de octubre de 2018
¿Qué tiene el luchador que a muchos impactó?
El ex luchador de 33 años se vio obligado a renunciar al título de Campeón Universal de la WWE y ahora concentrarse en la pelea más importante de su vida fuera de los cuadriláteros y vencer a la leucemia que padece.
Una enfermedad que ya se le había diagnosticado hace once años, sin embargo, ha vuelto a afectarle este tipo de cáncer por segunda vez en su vida.
En lo que sería su última aparición en un show de RAW, el propio samoano se encargó de contar la verdad de su adiós de la WWE, después de subir al ring portando su cinturón, pero con un atuendo casual, para decirle a su aficionados sobre su retiro por un brote de leucemia que padece.
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El denominado ‘Gran Perro’ espera eliminar está enfermedad de su cuerpo con el tratamiento que tomará en los siguientes meses, pues tiene el sueño de volver a sentir la adrenalina de la lucha libre.
Pero ¿Qué enfermedad padece Roman Reigns?
La “leucemia” es un tipo de cáncer en la sangre que comienza en la médula ósea, el tejido blando que se encuentra en el centro de los huesos, donde se forman las células sanguíneas.
El tratamiento para esta enfermedad puede ser hecho con quimioterapia, radioterapia o con un trasplante de médula ósea, ya que varía de acuerdo al tipo de leucemia que la persona tenga, además de la gravedad, lo que también determinará si la persona se curará o no.