Foto: Getty

Para que un equipo pueda llegar lejos es necesario que no existan problemas entre jugadores y mucho menos con los entrenadores, pero eso era lo opuesto a lo que pasaba en los Packers, ya que Aaron Rodgers ignoraba por completo las órdenes de McCarthy.

El QB es la cabeza del equipo y si no tiene una buena relación con quien manda las jugadas no habrá sinergia positiva en la cancha y eso empezó a notarse esta temporada en Green Bay.

En los 13 años que McCarthy estuvo en el equipo, parecía que las cosas marchaban bien entre él y Rodgers, pero la realidad era muy diferente ya que en momentos importantes el QB hacía caso omiso a los comentarios del entrenador.

Te recomendamos: Los Packers despidieron a un coach tras criticar a Rodgers

Foto: Getty

Los dos tenían una constante batalla de egos y el que siempre brilló fue Rodgers.

Según Sports Illustrated, el talentoso QB siempre supo que el juego estaba en sus manos y por ello se atrevía a cambiar las jugadas a medio partido sin hacer caso a McCarthy.

No todos los partidos pasaba eso, pero en los últimos 3 años en donde no habían logrado pasar a playoffs la frustración empezó a crecer y la relación se desgastó aún más.

Para muchos en el equipo, Rodgers es el más inteligente en el vestidor de Green Bay, en la liga y en cualquier otro momento, así que tenía luz verde para cambiar la jugada que él quisiera.

No lo hacía por molestar, solo que la improvisación está en sus venas además de que sabe leer defensas muy bien.

Como su inteligencia es una de sus mejores cualidades, el intentar guiarlo se podía convertir en todo un reto y McCarthy fue quien tuvo que vivirlo.

Rodgers cambiaba tanto las jugadas que era imposible para su entrenador encontrar un ritmo claro para tomar la decisión correcta de lo que debía mandar. Podía decir la misma jugadas 3 veces y en ninguna de ellas se llevaba a cabo como la mando el Head Coach.

Foto: Getty

Se convirtió en una competencia por quien podía mandar mejor y cuando algo bueno pasaba, ambos querían el crédito.

«Fue tan malo como hemos jugado a la ofensiva, así como el plan de juego», criticó Rodgers después del juego ante Buffalo, refiriéndose a las jugadas de McCarthy.

Nunca estaban de acuerdo en nada y era más que obvio que Rodgers no se iría del equipo, así que la decisión fue correr a McCarthy.

Aunque el no fue el único que se vio afectado por la autoridad que tiene en QB en los Packers.

Se trata de Winston Moss que fungía como asistente asociado del head coach y todo por poner un tweet en el que critica el liderazgo de Rodgers y que el nuevo HC debía tomar riendas en el asunto.

Parece que el amo y señor en Green Bay es el QB Aaron Rodgers, si alguien dice algo malo del mariscal de campo, puede meterse en graves problemas.

Es bien sabido que la estrella del equipo es Rodgers y su habilidad de juego es de las mejores, pero ¿el verdadero problema de Green Bay está en sus entrenadores o solo es necesario que el QB también esté dispuesto a escuchar?