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La violencia en Colombia fue el pan de cada día durante los años 80, en los cuales el narcotráfico creó una ola de inseguridad. El futbol cafetalero también se vio inmerso. Algunos equipos eran propiedad de narcotraficantes, como el América de Cali de los hermanos Orejuela. Durante la guerra, Pablo Escobar pensó en asesinar a Ricardo Gareca, que jugaba en Cali. Escobar tenía la mira en los jugadores de los Diablos Rojos.

John Jairo Velásquez, conocido como el ‘Popeye’, fue uno de los hombres más cercanos de Pablo Escobar, y señaló que después del atentado del cartel de Cali contra su familia, él pensó en plantar una bomba en alguno de los autos de los jugadores del América de Cali.

Pablo Escobar tenía en cuenta a todos los jugadores de América de Cali, estábamos en guerra. Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira del Patrón. Sin embargo, no llegaron a él. Su amor por el futbol lo salvó, pues a él y a los otros jugadores de América de Cali se contempló colocarles un carro bomba, ya que el cartel de Cali le colocó un carro bomba a la familia de Pablo”, declaró Velásquez a El Popular.

El América de Cali siempre fue objeto de amenazas y de planes violentos de Pablo Escobar, ya que ese era el club del cartel de Cali, que era liderado por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela.

Ricardo el ‘Tigre’ Gareca jugó ahí de 1985 a 1989, donde obtuvo los títulos domésticos de 1985 y 1986. El conjunto estuvo cerca de conquistar la Copa Libertadores, pero fue subcampeón en 3 ocasiones consecutivas (1985, 1986 y 1987).