El atleta japonés, Noriaki Kasai, el esquí que bate récords, ha llamado la atención de muchos, pues a sus 45 años sigue activo con su ilusión de conseguir la medalla de oro, ya que continúa desafiando el paso del tiempo, y próximamente tendrá participación en los saltos de esquí de Pyeongchang 2018.
El abanderado de la delegación nipona en la ceremonia de apertura es el primero en haber llegado a ocho Juegos Olímpicos de Invierno. Hace cuatro años, en Sochi, se colgó la plata en trampolín grande, veinte años después de su primer podio olímpico, una plata por equipos en Lillehammer de 1994. Esta temporada cuenta con un podio en la Copa del Mundo de la especialidad, logrado en noviembre en Ruka.
«Me siento como un joven de 20 años. Sigo el mismo entrenamiento que los saltadores jóvenes, no he cambiado para nada mi programa desde que comencé», explica con tranquilidad Kasai.
Y sabe mucho de entrenamiento, como veterano de los saltos de esquí: inició su carrera en 1988, cuando la Unión Soviética y el bloque del este todavía existían. Desde entonces ha participado en 537 concursos en la Copa del Mundo.
Noriaki Kasai, fue campeón del mundo de vuelo con esquíes en 1992, pero nunca se coronó en el Mundial ni en trampolín normal, ni en trampolín grande. En los Juegos Olímpicos de 1994 fue subcampeón por equipos y asistió como reserva al éxito de su país en casa, en Nagano en 1998, cuatro años más tarde, cuando fue séptimo en trampolín normal.
En Sochi 2014 se llevó dos medallas, la plata en individual en trampolín normal y el bronce en la prueba por equipos.
El oro olímpico siempre se le ha escapado y sigue siendo una de sus fuentes de motivación. La prueba por equipos del lunes será posiblemente su última oportunidad, pero la competencia se presenta muy fuerte con Noruega, Alemania y Austria.