Nadie puede discutir el talento nato de Luka Modric, un jugador que parece que tiene el balón pegado al pie. Él tuvo que huir de su pueblo natal a los seis años en medio de la guerra, y ha tenido que aguantar una sombra que cae sobre él y sobre el futbol croata: el caso Zdravko Mamic, por el cual Modric podría ir a prisión después del Mundial.
El 11 de junio de 2018, los jugadores croatas Andrej Kramaric y Josip Pivaric fueron interrogados sobre el impacto del caso Mamic y sus implicaciones en su capitán Luka Modric. El responsable de la comunicación de la delegación, Tomislav Pacak, puso fin a ese mal momento pidiendo únicamente preguntas sobre el Mundial.
Kramaric luego afirmó que «el ambiente en el seno del equipo era bueno» y que «el resto no tiene absolutamente ninguna influencia». Sin embargo, esa anécdota no puede ocultar el malestar que rodea al centrocampsita.
En términos de futbol, no se puede decir nada de Modric, uno de los mejores jugadores del planeta, capaz de cambiarle la cara a un encuentro con un centro o un pase profundo.
Su historia personal humaniza a este jugador obligado a huir del pueblo de su familia, Modrici, ubicado sobre una cordillera del Velebit, cerca del mar Adriático, donde su casa fue destruida durante la guerra de la independencia de Croacia.
En Zadar, la ciudad sobre el mar en la que se refugió junto a los suyos, una pintada sobre una pared apuntó contra el crack madridista. Modric decepcionó a su país desde que fue señalado como sospechoso de haber dado falso testimonio para ayudar a Zdravko Mamic, «padrino» del fútbol croata.
Ese exdirigente del Dínamo Zagreb, considerado desde hace años como el verdadero patrón del futbol croata, fue condenado a inicios de junio a seis años y medio de prisión al término de un proceso por corrupción y por malversación de fondos en el marco de transferencias de jugadores, una de ellas la de Modric.
Modric podría ir a prisión después del Mundial y ya ha explicado delante del tribunal de justicia haber firmado un acuerdo con Mamic desde 2004, previendo el giro de la mitad de sus primas de transferencia que recibiría en el futuro. Pero en 2015 dijo que ese anexo se había firmado con efecto retroactivo cuando ya jugaba para el Tottenham.
Ese cambio de versión le costó al volante con 111 selecciones ser inculpado por parte de la justicia croata por falso testimonio.
«Conociendo a Luka y su personalidad estoy convencido de que asumirá estoicamente todo esto y que va a estar a su nivel cuando sea necesario», declaró el seleccionador Zlatko Dalic antes del inicio del torneo.
Por ahora está cumpliendo con los pronósticos de su técnico y el miércoles tiene otro reto: vencer en semifinales a Inglaterra. Pero hay otro compromiso más tarde, Modric podría ir a prisión después del Mundial y cumplir una condena de 5 años de prisión por su falso testimonio.
Fuente: AFP