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Tienen una defensiva excelente -lo demostraron el año pasado- y también cuenta con buenos jugadores a la ofensa, pero nunca podrán ganar si no afrontan su verdadero problema, la posición de QB. Mitch Trubisky ha demostrado que no es el mariscal de campo franquicia que necesitan los Chicago Bears y la temporada 2019 de la NFL fue la gota que derramó el vaso.

Si no fuera por la defensa, los Bearse hubieran estado perdidos.

Con dos semanas por jugar de la temporada regular, tienen marca de 7-7 y están matemáticamente eliminados de playoffs. Su ofensa fue clave para no conseguir avanzar, mientras que lo único que los sacó a flote fueron sus jugadores defensivos.

No repitieron como la mejor defensa de la liga este año, pero siguieron siendo excelentes. A lo largo de 14 semanas, habían permitido el tercer menor número de puntos y estaban entre los ocho primeros, además, ocho de sus primeros 13 oponentes anotaron 17 puntos o menos. 

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Con los receptores tampoco hubo problemas.

Allen Robinson II tiene 83 recepciones con 1,023 yardas y siete touchdowns en 14 juegos, su mejor temporada después de la que tuvo en el 2015. El receptor de segundo año Anthony Miller tiene 59 recepciones para 649 yardas y dos TD en 14 juegos, lo cual pinta bien para el 2020.

Hasta los equipos especiales hicieron un buen trabajo. El regresador de patada, Cordarrelle Patterson fue el mejor de la liga. Lideró a todos los que regresaron con 799 yardas, empató en primer lugar con un touchdown y ocupó el segundo lugar con 29.6 yardas por vuelta. 

 

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Lo único malo en el equipo, Mitch Trubisky.

Primero, ni siquiera es un pasador promedio y su falta de progreso sugiere que eso no cambiará en el futuro. Sigue sin poder llevar a cabo, aspectos importantes de un QB, como que no ve consistentemente a sus receptores abiertos, no confía en los espacios ni mantiene los ojos en el terreno en medio de una carrera de pase. 

Los Bears usaron la mayor cantidad de espacio máximo de 2019 en receptores y alas cerradas en la NFL ($ 41 millones), pero se ubicaron en el puesto 27 en puntos por juego (18.7), delante de los Dolphins (17.0). Considerando lo buena que ha sido la defensa en los últimos dos años, ningún mariscal de campo ha tenido una tasa de éxito más baja, pero Trubisky lo logró. 

Es momento de tomar decisiones en el equipo.

Deben saber si elegir la opción de quinto año de Mitchell Trubisky para 2021 en mayo. Todos creen que sería prudente rechazarlo y encontrar un nuevo titular para 2020, pero si no lo hacen, la culpa pasará a ser de Pace y Nagy, no en Trubisky. 

Tienen la agencia libre o el Draft del 2020 para buscar algo más, porque por el momento -seguro para siempre- Mitch Trubisky no ha estado a la altura de las expectativas y la temporada 2019 podría ser su última con los Chicago Bears, o al menos eso quieren los aficionados.

 

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