El camino a la cima es complicado y no hay nadie que conozca más ese proceso que Luka Modric, el jugador croata que tuvo muchas dudas en su camino a convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo.
Porque no queda duda: es de los mejores.
Modric arrasó con el 2018; fue subcampeón en el Mundial, mejor jugador de la FIFA, mejor jugador de la UEFA y como cereza del pastel, ganador del Balón de Oro.
Pero para conseguir todo esto tuvieron que pasar muchas cosas antes.
Desde pequeño, el croata tuvo dudas acerca de que tan lejos podría llegar en el mundo del futbol y los comentarios de muchas personas no ayudaban en ese proceso.
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El camino para llegar a la cima no fue fácil y tuvo que superar numerosos obstáculos.
«He vivido rodeado de dudas desde pequeño, por mi físico, por no tener altura. Algunos pensaban que eso era importante para triunfar en la vida y en el fútbol», dijo el centrocampista en una entrevista por ser nombrado Hombre GQ del Año.
Aunque todo lo que vivió Modric va más allá del terreno de juego. Muchos problemas los vivió en su niñez y todos lo ayudaron a hacerse más fuerte desde pequeño.
¿Cómo habrá sido una infancia en medio de tanques?
A los 6 años fue testigo de la guerra en su país natal y su familia tuvo que huir después de que hombres armados quemaran su casa, pero eso y los problemas económicos de su familia hicieron de Modric una persona física y mentalmente fuerte.
«La guerra me hizo más fuerte, fue un momento muy difícil para mí y para mi familia. No quiero arrastrar eso conmigo para siempre, pero tampoco quiero olvidarlo», declaró Modric.
Fue con esa misma fe y confianza en si mismo que terminó en uno de los mejores clubes del mundo, el Real Madrid, y de ahí en adelante se dedicó a olvidar las dudas en su cabeza para demostrarse a él mismo y a la gente que nunca creyó de todo lo que es capaz.
«Todos los reconocimientos, como el FIFA World Player o el Balón de Oro, saben mejor cuando eres consciente de que nadie te ha regalado nada. A mí nadie me ha regalado nada. Todo lo he conseguido a base de trabajar», declaró.
Modric se siente feliz con lo que ha logrado y aunque tuvo que ganar muchas cosas para que su trabajo fuera reconocido, él siempre supo que algún día llegaría porque nunca dejó de creer en si mismo.