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Cuando se habla sobre duelos divisionales intensos en la NFL Pittsburgh contra Cincinnati debe estar en esa conversación. Parece ser que estos equipos se odian a muerte así que los encuentros siempre darán algo de que hablar, ya sea por golpes, lesiones o jugadas espectaculares.

Los Steelers llegaban con una victoria ante los Falcons que les daba un poco de aire después de un muy mal inicio de temporada. Por el otro lado, los Bengals se veían mejor con solo una derrota en su récord, aunque en estos partidos divisionales nada está escrito.

Para el lado de los Acereros existía una motivación extra, Ryan Shazier regresaba de pie al campo en el que hace casi un año pudo quedar parapléjico.

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El juego pintaba para ser de ofensivas pero de manera sorpresiva las defensas lograron cerrarse en la primera mitad. Antes del final del primer cuarto el marcador se abrió con un pase de Andy Dalton a Tyler Boyd para que después los Steelers respondieran con un touchdown de una yarda para James Conner.

Cada equipo logró un touchdown más antes del medio tiempo, dejando el marcador 14-14 durante la pausa. No había ventaja para nadie y ambas ofensivas lucían bien en un partido que se definiría en los últimos minutos.

El tercer cuarto fue el más flojo de todos, solo con 6 puntos a favor de la escuadra del acero, los cuales logró su pateador con dos goles de campo. A la mitad del último cuarto Bengals se iba arriba con un touchdown por parte de la estrella del partido, Tyler Boyd, que les daba la victoria de manera parcial con solo 1:20 en el reloj.

Los Acereros buscaban hacer la hazaña y con un gol de campo sería suficiente aunque cuando quedaban 15 segundos en el reloj, el equipo fue por todo con un pase al centro a Antonio Brown que terminó en el touchdown de la victoria.