Foto: Getty

En el Thursday Night Football los Cowboys tenían enfrente a una de las tareas más complicadas de la temporada al enfrentar a uno de los contendientes a Super Bowl, los New Orleans Saints. 

Dallas está en una de las divisiones más cerrada y solo le ganaban por un partido a los Redskins, así que una victoria sería de mucho ayuda para agrandar la ventaja. 

Los Saints solo cuentan con un partido perdido y parecía fácil el encuentro, pero en ningún momento fue así.

Te recomendamos: Estas son las cabezas que pueden rodar en la NFL

El primer tiempo fue dominado en su totalidad por los Cowboys, pero el protagonismo fue por parte de la defensiva que no permitió ningún punto a favor de los Santos.

El marcador se abrió con un gol de campo para el equipo local.

La ofensiva de Prescott avanzó de manera espectacular y se acercó lo suficiente para lograr el primer TD del partido por parte de su RB Ezekiel, quien atrapó el balón a una mano. 

Nueva Orleans logró acercarse pero la defensa de Dallas era una pared imposible de penetrar, en la yarda 1 se la jugaron en 4ta oportunidad y Kamara se quedó corto. 

En los últimos segundos del partido, los Cowboys pusieron mayor ventaja en el marcador con un gol de campo que dejaba el partido 13-0 al descanso.

El segundo tiempo empezó con un gol de campo de los Santos, el cual les daba los primeros puntos a su favor en todo el partido.

La defensa de Dallas empezó a tener errores y tras una rudeza al pateador, el equipo visitante aprovechó y puso un TD en el marcador con Kirkwood. 

Por el otro lado, la defensa de los Santos no pudo hacer nada contra el ataque terrestre de los Cowboys, hasta que en zona roja lograron un balón suelto que dejaba a Dallas sin puntos. 

Pero los protagonistas de los Cowboys, su defensa, lograron lo impensable y le interceptaron a Drew Brees para finiquitar el partido a favor del equipo de la estrella solitaria. 

¡Dallas superó las expectativas y se ven más fuerte que nunca!