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Durante la mayor parte de la primera mitad del partido del jueves por la noche entre los New York Jets y los Cleveland Browns, parecía que los fanáticos locales se verían obligados a soportar otra derrota más. Un turbulento equipo de los Jets encabezado por Sam Darnold tenía el liderato. Hubo un cambio en los controles y los Browns ganaron gracias al nuevo pistolero: Baker Mayfield.

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Cuando el mariscal de campo de Cleveland, Tyrod Taylor abandonó el juego justo antes del medio tiempo por una conmoción cerebral, todo cambió. Hubo un regreso furioso de parte de Mayfield, que guió a los Browns a su primera victoria en 635 días.

Taylor tuvo un juego de pesadilla hasta que salió por lesión, ya que completó solo cuatro de 14 pases para 19 yardas. Además, perdió 22 yardas por sacks. Se necesitaba un cambio en la posición de QB y eso fue lo que ofreció la primera selección global de Draft de 2018.

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La era Mayfield comenzó en Cleveland

«Sentí la energía. Fue una sensación increíble. Cuando obtuvimos el primer gol de campo, estaban contentos con eso, en primer lugar. Pero luego la defensa comenzó a jugar bien y tú simplemente lo sientes. Eso genera confianza en nosotros. Sientes esa energía y prosperas con ella», señaló el más reciente ganador del Trofeo Heisman.

Baker Mayfield parecía un veterano de 10 años más que un novato en su primer partido de temporada regular. Impulsó a los Browns 75 yardas para tomar la delantera con solo dos minutos para el final. La energía estaba desdorando en la ‘Perrera’, los aficionados estaban a poco más de 120 segundos de su primera victoria desde 2016.

Mayfield terminó el juego con 17 de 23 para 201 yardas y orquestó una remontada histórica para los aficionados de los Browns. El juego del jueves se recordará como el debut de Mayfield en la NFL, en una frenética segunda mitad que culminó en la primera victoria de Cleveland desde la víspera de Navidad de hace dos años.