En México existe una diversidad cultural que pocos países en el mundo poseen y eso genera que en el ámbito culinario, artístico, literario y deportivo existan diferentes referencias de situaciones convencionales que involucran a todos. En el futbol eso ha generado problemáticas grandes entre los equipos, ya que la Liga MX no ha podido detener el grito homófobico de los estadios.
Atlas vs Necaxa fue el primer partido en ser suspendido.
La palabra puto ha generado gran polémica en el futbol mexicano, ante FIFA es considerado un insulto al portero visitante por lo que está prohibido gritarla aunque pocos aficionados entienden este punto al grado de seguir haciéndolo y sufrir las consecuencias como el veto del estadio indefinidamente o multas económicas.
Debido a esta situación, la liga MX decidió implementar una serie de medidas para erradicar el grito homofóbico de los estadios y esto tendría consecuencias directas a los clubes, pero a más de 4 meses desde que se instauró la medida, no ha existido un avance concreto e incluso se utilizó la sanción como una medida para sacar provecho en el partido de futbol.
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Pueden existir graves sanciones caso de seguir con el grito.
En la jornada 15 del Apertura 2019 se comenzaron a aplicar las medidas correspondientes y el primer partido en ser suspendido fue Atlas contra Necaxa, ya que la porra de los ‘Rojinegros’ continuó con los gritos debido al mal paso de su equipo y el silbante decidió parar el encuentro en los minutos finales marcando un precedente en la Liga MX.
Después de este momento han seguido existiendo estas conductas en la porras del futbol mexicano inclusive actos más violentos como el Querétaro vs San Luis de una semana antes. La Liga ha sido muy insistente en que se respete el nuevo reglamento con trabajo en redes sociales, difundiendo varias campañas con algunos jugadores como protagonistas.
A nivel FIFA, se puede recibir una sanción fuerte que involucre la no participación de la Selección Mexicana en las eliminatorias mundialistas y quedar fuera de Qatar 2022 o jugar con el estadio vació por un veto que puede ser prevenido. La FMF ya recibió varias advertencias de la federación internacional junto a multas económicas, pero cada vez es menos la paciencia hasta obtener un castigo ejemplar.
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La afición lo ha utilizado como una manera de darle más tiempo a su equipo.
El protocolo que se debe de seguir ante el grito homofóbico es el siguiente:
1.- El sonido local hará la recomendación de que no vuelva a suceder, también aparecerá en la pantallas de los estadios y se empezará a identificar a los responsables de estos actos.
2.- En caso de presentarse en una segunda ocasión, el árbitro tiene la facultad de detener el partido dos minutos para que el sonido local haga la llamada de atención y las autoridades vayan por los involucrados en las porras.
3.- Si se vuelve a escuchar el grito por tercera vez, el árbitro suspenderá el partido y pedirá a los jugadores que se dirijan a los vestidores por cinco minutos, antes de reanudar las acciones del encuentro. A los aficionados que se les detecte siendo parte de los gritos discriminatorios, se entregarán a las autoridades.
4.- El árbitro tiene la facultad de suspender el partido o darlo por terminado registrando lo ocurrido en el acta y la Comisión Disciplinaria determinará la sanción correspondiente que puede resultar en un veto del estadio. Jugar a puerta cerrada la cantidad de jornadas que sean las correspondientes.
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La Liga MX no ha podido detener el grito homófobico.
En Liguilla se mostró cómo este hecho puede ser favorable para un equipo que está en desventaja y se ejemplificó en el partido de Morelia contra León cuando aficionados de Monarcas gritaron y el tiempo perdidos en la sanción se agregó en la compensación.
Esto provocó que Morelia pudiera empatar el partido al minuto 97 de tiempo corrido. Definitivamente lo usaron para darle más tiempo a su equipo. La sanción pasó a tercer plano cuando observaron lo útil que puede llegar a ser en algunas ocasiones.
Por este tipo de situaciones es que la liga no puede contrarrestar el grito y en el arranque del Clausura 2020, Atlas ya fue sancionado con un partido de veto. La afición de los ‘Zorros’, es la que más se ha visto involucrada en cosas relacionadas con el grito homofóbico.
La estrategia en redes sociales no tiene la suficiente frecuencia para que genere conciencia en los aficionados y es probable que el público al cual va dirigido no se encuentre en social media. En México, existe un rezago tecnológico en varias zonas, es por eso que tampoco llega el llamado de la liga a los seguidores del futbol mexicano.