La justa mundialista está a semanas de arrancar, pero empiezan a darse a conocer pequeños problemas que pudieran afectar el torneo, en este caso sería los hooligans neonazis que amenazan a Rusia, pues los integrantes a este tipo de grupos de animación suelen ser violentos, así lo señalo Robert Ustain, hincha del CSKA de Moscú.
Este hincha de 34 años, dirige a un puñado de informadores en cada encuentro del equipo de la capital, encargados de denunciar cualquier acto racista.
Ustian envía después a las autoridades los vídeos en los que aparecen seguidores del CSKA realizando saludos nazis o mostrando pancartas de apoyo a la violencia, esperando a que los acusados reciban una sanción.
«No nos estamos enfrentando a los mejores chicos del mundo. Creo que estos tipos solo conocen mi identidad porque trato de esconder la de los otros… que tienen familias, hijos», explicó Ustian.
«Pero ya hemos ido muy lejos y aunque me ocurriese algo, hay otros que se harán cargo» de esta lucha, añadió.
Los matones que acechan a Ustian son los mismos que el presidente Vladimir Putin ha tratado por todos los medios de hacerlos desaparecer durante la celebración del próximo Mundial.
Las tácticas de las fuerzas de seguridad rusas van desde la intimidación a las detenciones preventivas.
Cientos (algunos piensan que son miles) ya han sido forzados a firmar una especie de contrato de buen comportamiento para asegurarse que nada perturbará el evento, que Putin pretende utilizar como escaparate de su régimen hacia el Occidente.
Fuente: AFP