La National Football League (NFL) está de luto, ya que falleció el dueño de los Texans de Houston, Bob McNair a los 81 años de edad.
De origen humilde y con una familia que luchaba para vivir bien, McNair se convirtió en todo un hombre de los negocios en 1984, cuando fundó Cogen Technologies, que diez años después logró ser la empresa privada líder de su sector en el mundo.
Bob comenzó a buscar las oportunidades de hacerse de una franquicia de NFL en 1990, cuando murió Joe Robbie, fundador de los Miami Dolphins.
Fue hasta 1999 cuando la liga anunció una expansión y que escucharía ofertas de los interesados. McNair no dudó en poner en la mesa una cantidad mucho más grande que sus competidores para apropiarse de un equipo, de manera que la NFL aceptó.
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Así comenzó la historia de los Houston Texans, como un proyecto totalmente nuevo que incluía la construcción de un estadio, un logotipio y lo mas importante: un roster. Una vez concretado todo eso, la revista Forbes afirmó que el valor del equipo era de 2.8 billones de dólares.
Fueron nueve años de amargura en el emparrillado.
Los Texans debutaron en la NFL en la temporada del 2002, sin embargo, tuvieron que esperar nueve años para entrar por primera vez a los playoffs, desde entonces, lo ha hecho cuatro veces y nunca ha superado la ronda divisional.
Se vio envuelto en polémica varias veces.
En el 2017, McNair decidió donar una importante cantidad de dinero a una campaña contra la discriminación de personas homosexuales y transexuales principalmente, sin embargo, fue fuertemente criticado por la sociedad, a tal grado que se arrepintió de haberlo hecho y canceló su contribución.
Posteriormente, en la Reunión de la Liga de Otoño del mismo año, dijo: «no podemos dejar que los presos manejen la prisión», mensaje que no le cayó en gracia a muchos de sus jugadores, quienes se hincaron como símbolo de protesta durante la ceremonia del himno nacional previa a los inicios de partidos.
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“We lost an incredible man today. Bob McNair had a positive impact on so many people’s lives. He was the reason professional football returned to Houston.” pic.twitter.com/z11TedHVzr
— Houston Texans (@HoustonTexans) 24 de noviembre de 2018
En su defensa, McNair argumentó que no se refería a ellos, sino a los oficiales de la liga que, según él, no escuchaban a los dueños, sin embargo, tiempo después declaró que no tenía ningún motivo para disculparse.
El cáncer terminó con su vida.
Desde hace varios años, McNair tuvo que combatir contra el cáncer de distintos tipos, pero no pudo ganar la batalla y se fue del plano terrenal dejando a su esposa y a sus cuatro hijos. Se espera que Cal McNair, actual jefe de operaciones del equipo, herede el puesto de su padre.