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Dicen que nadie esperaba tanto que el regreso de su equipo a la Copa de Europa como la gente de Belgrado. Tuvieron que pasar 26 años el conjunto de Belgrado pudiera volver a la máxima competencia de clubes del mundo (primera en el nuevo formato), el regreso del Estrella Roja a Champions League es la vuelta de un grande.

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La Copa de Europa que reposa en sus vitrinas conseguida en 1991, en penaltis ante el Olympique de Marsella con figuras como Sinisa Mijhailovic o Robert Prosinecki, acreditan a este equipo como un digno participante de esta edición del torneo.

El Estrella Roja a Champions League comenzó ante el subcampeón de Italia, el Napoli, que sólo pudo llevarse un punto de su visita a Belgrado tras empatar a cero goles en el debut de ambos equipos en esta campaña de la UCL.

Los locales cuentan con un buen bloque defensivo, por lo cual le dejaron la iniciativa al Napoli que no mordían. Hubo un par de acercamientos de Lorenzo Insigne, pero Milan Borjan los atajó de manera correcta en sus intervenciones.

La segunda parte continuó igual que la primera con un evidente dominio napolitano que no podía batir a la defensa serbia, cuyos centrales repelieron. Inclusive, los locales, sabiendo que no podían perder, en un par de ocasiones encontraron a Boakye en el área de Ospina.

¿La mejor afición de este torneo?

El marcador no se movió y ambos rivales se repartieron los puntos. Pero el ambiente que se vivió en el viejo Marakana, como se conoce su estadio, fue impecable, 53 mil fanáticos del Estrella Roja reventaron sus gargantas en el emotivo regreso de su equipo a la Champions League.

La emotividad estuvo en el aire por el juego y porque el mítico equipo que se coronó en 1991 acudió al regreso del gran Estrella Roja a la Copa de Europa.

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