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Catalina II de Rusia, mejor conocida Catalina la Grande, gobernó Rusia desde 1762 hasta 1796, y fue la Zarina más importante en la historia. Durante su mandato modernizó la economía, la industria y el gobierno. También fue una de las coleccionista de arte más voraz que haya conocido el mundo, como lo demuestra el Museo del Hermitage en San Petersburgo, que ella misma fundó. Además, Catalina II es recordada por sus excentricidades sexuales.

Catalina II fue esposa de de Pedro III, quien apenas duró 186 días en el poder. Él no fue muy popular entre las cúpulas de nobles rusos, a diferencia de su Zarina. En 1962, la guarida le juró fidelidad a Catalina y Pedro fue arrestado y posteriormente asesinado. Hasta el día de hoy se desconoce si ella participó en la defunción de su esposo.

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Uno de los puntos angulares de su gobierno fue la expansión de las fronteras de Rusia y continuar el proceso de occidentalización iniciado por Pedro el Grande. Durante su reinado extendió el Imperio Ruso hacia el sur y hacia el oeste, agregando territorios que incluían Ucrania, Bielorrusia y Lituania.

Catalina II recibiendo a un grupo de diplomáticos turcos.

El periodo de Catalina II es conocido como “el siglo de oro de la nobleza rusa”. Los nobles estaban exentos de servir en el ejercito y de pagar impuestos, y también tenían derecho a abrir sus propias fábricas, lo cual benefició a la economía del país.

Otros de los principales intereses de la Zarina fue la educación y la cultura. Ella el fundó el Museo del Hermitage y su primera colección contó con más de 225 obras, entre las cuales destacan pinturas de Rembrandt, Franz Hals y otros artistas de la época.

Quizás, Catalina II de Rusia es mayormente recordada por sus excentricidades sexuales. La emperatriz de Rusia tuvo una larga lista de amantes, entre los cuales hubo nombres como Grigori Orlov, Grigori Potiomkin, Semión Zórich, Piotr Zavadovski, Dmítriev-Mamónov y Platón Zúbov, por mencionar algunos; todos ellos tenían una cosa en común: una vez que dejaban a Catalina, salían con los bolsillos llenos de rublos.

La Zarina disfrutó de los placeres eróticos, hasta el punto de que diseñó una habitación repleta de artilugios para sus encuentros. Algo escandaloso para una mujer. Esto podría compararse con la cinta ’50 Sombras de Gray’, donde el protagonista tiene un cuarto similar.

Catalina II fue la última mujer que gobernó en Rusia, y su legado ha perdurado hasta nuestros días. Su gran aporte cultural y tecnológico marcaron un antes y un después en la historia Rusa y mundial.